miércoles, 29 de mayo de 2019

'Okko, el hostal y sus fantasmas', una entrañable y optimista fábula

La nueva película de Kitarô Kôsaka, histórico animador de Studio Ghibli, llega a los cines españoles este viernes 31 de mayo


Okko, el hostal y sus fantasmas es una película de animación dirigida por Kitarô Kôsaka que llega a los cines de España este viernes 31 de mayo gracias a la distribuidora Cinemaran.


Le avalan su director Kôsaka, experimentado animador de Studio Ghibli; la producción a cargo de Madhouse, una garantía de calidad en la animación; el respaldo del público japonés que la mantuvo 19 semanas en la cartelera; el basarse en una popular novela infantil con más de 3 millones de ejemplares vendidos; y su paso por festivales de cine tan importantes como el de Annecy, así como su nominación a los premios de la Academia Japonesa como Mejor Película de Animación. Pero, realmente... ¿qué podemos esperar de esta obra? Os lo cuento.




Okko, el hostal y sus fantasmas es una película de contrastes, una alegre mezcla muy japonesa entre la tradición y la modernidad (en todos sus aspectos) que recuerda a las series animadas de los años 70 en su argumento, y que se muestra encantadora de principio a fin. Su historia es inocente e infantil, lo que no quiere decir que no sea disfrutable por adultos con mente y corazón abiertos. Perfecta para llevar a niños de cualquier edad y disfrutar de una película que muestra valores como la amistad y el compromiso, pero sin el maniqueísmo habitual del cine infantil estadounidense que inunda nuestras pantallas. Una opción diferente para dejar entrar aire fresco en las salas de cine españolas.




¿De qué va la película?

Okko es una niña de 12 años que sufre la pérdida de sus padres en un accidente automovilístico. Tras este trágico hecho, la pequeña debe trasladarse a un lugar apartado en el campo donde vive su abuela, que regenta una posada tradicional japonesa. Allí conoce a un amistoso niño fantasma que le ayudará a comprender y a aceptar la muerte mientras aprende el oficio de gestionar el hostal y atender a los huéspedes.


¿Y qué tal es?

La película tiene el encanto del anime clásico, tanto en su estructura argumental como en la visual. Sus diseños mezclan la escuela tradicional de Nippon Animation (Heidi, Marco) y Studio Ghibli en personajes secundarios, con protagonistas de rasgos manga más marcados y estereotipados (basados en las ilustraciones de las novelas originales), es decir, ojos más grandes, aspecto más caricaturesco.




Aún así, no huye de utilizar técnicas de animación por ordenador insertadas con acierto en la animación tradicional. Visualmente es una delicia marcada por sus colores deslumbrantes y el detalle de sus escenarios. No tiene demasiadas escenas espectaculares, pero cumple con nota en todos sus registros del apartado visual.




Okko, el hostal y sus fantasmas es una historia entrañable, la protagonista Okko enseguida se hace querer por el espectador y ejerce como enganche para el interés de la historia. Sin embargo, la trama resulta algo irregular a lo largo de su alrededor de hora y media de duración, pues buena parte del filme se desarrolla con eventos episódicos basados en la visita de distintos huéspedes al hostal, lo que crea cierta sensación de estar viendo una serie televisiva más que una película. En cualquier caso, cada visita está justificada en el argumento y ayuda a Okko a aprender valiosas lecciones de vida, aparte de enfrentarse a diversos problemas.




Toda la trama está salpicada de un humor infantil muy del gusto de los japoneses. La película se mueve entre ese humor un tanto tontorrón y cierta carga dramática en el trauma de la niña con la muerte de sus padres, lo que le otorga una pequeña complejidad psicológica que se agradece, y que es accesible para todo tipo de públicos, pues acerca un tema tan trascendental como es la muerte a un público de menor edad que también necesita entender la magnitud de este concepto. Y, en ese aspecto, la película es una valiosa herramienta.




Merece la pena ir al cine a verla, sin esperar ver nada más que lo que es: una película de tintes infantiles, de estilo clásico, que es poco ambiciosa en su planteamiento pero que todo lo que pone en pantalla es más que aceptable. No apasiona, pero deja un buen sabor de boca, y eso ya es mucho en la jungla salvaje que es la cartelera de cine actual. A los niños les encantará y podrán tener acceso así a un tipo de película que no están acostumbrados a ver en los cines, lo cual siempre es bueno.




Una película encantadora y entrañable que transmite ese optimismo ante las dificultades tan necesario.



Listado de cines en los que se podrá ver



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