Según la encuesta de Generación GHIBLI
Nunca es tarde si la dicha es buena... o eso dicen.
Aquí está el resultado de la encuesta más multitudinaria hasta la fecha realizada por el blog.
En esta ya novena encuesta y durante un periodo de tres semanas os hacía una pregunta:
¿Qué película del Studio Ghibli tiene mejor diseño de escenarios? Tres películas han destacado por encima de las demás, acaparando entre las tres más de la mitad de los votos. También os adelantaré que otras tres películas se quedaron sin recibir ni un solo apoyo, dejando bastante claro que en cuanto a diseño de escenarios no llamaron demasiado la atención.
Hay que decir que se computaron
116 votos únicos, récord absoluto de participación doblando el récord de la
anterior encuesta que estaba en 50 votos.
¡Muchas gracias a todos los que participásteis dando vuestra opinión! :D Y como siempre, los que no dieron su voto tendrán nuevas oportunidades en próximas encuestas.
Con
25 votos (el 21% del total) se alza con la victoria
El castillo ambulante, elegida por vosotros como la película del Studio Ghibli con mejor diseño de escenarios.
No es de extrañar por
la espectacularidad de la animación de esta película, la última en la que Miyazaki combinó la animación artesanal de toda la vida con los toques apropiados de ayuda del ordenador que le otorgan a la animación tradicional el punto necesario para completar su belleza visual sin desvirtuar el trabajo a mano.
Los detallados escenarios de ciudad, el propio castillo con todas sus dependencias interiores (y cambiantes)
o escenas como la de la infancia de Howl, entre otras, marcan un trabajo de diseño muy conseguido que sin duda es de los favoritos de los aficionados.
En
segundo lugar a tan solo un voto, la película que siempre está en los primeros puestos de las encuestas:
El viaje de Chihiro. Con
24 votos (20% del total) el diseño de escenarios de la película dirigida por Hayao Miyazaki y estrenada en 2001 es todo un prodigio de la animación. La ganadora del Oso de Oro de Berlín y el Oscar de Hollywood ya sabemos que es un derroche de virtudes en todos los sentidos y que seguramente es la película clave en toda la historia del Studio Ghibli.
Y en el apartado de diseño de escenarios no iba a ser menos.
De hecho es de destacar muy especialmente todo el recinto de la casa de baños donde se desarrolla gran parte del film. Apenas sin hacernos conscientes de ello, Miyazaki y todo el equipo que trabajó en los diseños crearon algo que en animación siempre es difícil de conseguir:
Un entorno coherente y reconocible, donde durante el film el espectador casi podría situar dónde está cada dependencia. Y eso teniendo en cuenta que la casa de baños comandada por Yubaba es poco menos que un laberinto, tiene un enorme mérito.
En
tercer lugar aparece
Susurros del corazón, con
18 votos (el 15% del total). El film del malogrado Yoshifumi Kondô también destaca en su aspecto visual y sin duda se lo habéis reconocido. El trabajo para recrear la ciudad de Tama, la estación de Seiseki-Sakurgaoka, donde reside Shizuku
es titánico y extremadamente detallado, haciendo que te metas de lleno en esta ciudad de distintos niveles, bulliciosa y tremendamente realista sin dejar de lado la recreación de los espacios interiores como la tienda de antigüedades o el pequeño piso de la familia Tsukishima
así como la colaboración de Naohisa Inoue y su particular mundo artístico en las secuencias de fantasía.
Tras las tres películas que copan el podio y a cierta distancia ya en el
cuarto puesto aparecen empatadas
Ponyo en el acantilado y
La Princesa Mononoke con
10 votos cada una
(el 8% del total respectivamente). Seguramente dos conceptos opuestos en cuanto a diseños pero un mismo resultado: Un gran trabajo que colma las aspiraciones de calidad impecable del estudio.
Mientras
Ponyo era
un canto al dibujo tradicional con espacios no tan vistosos como en otras películas pero ejecutados a la perfección; en
La Princesa Mononoke nos encontramos con un intrigante bosque y espacios naturales así como construcciones antiguas que casan firmemente
con la idea de superproducción épica que tenía el film haciendo algo realmente grande.
En
sexto lugar me alegra encontrar cierto reconocimiento a
Nicky, la aprendiz de bruja con
6 votos (el 5% del total) ya que suele ser una de las películas menos consideradas por los aficionados dentro del trabajo de Hayao Miyazaki. Pero sin duda uno de sus puntos fuertes es el diseño de escenarios
con esa ciudad imaginaria de estilo europeo que sin duda llama la atención por su diversidad de edificios y lugares absolutamente detallados. Un formidable trabajo que lo es aún más si pensamos que se hizo en 1989.
Séptima posición para
Cuentos de Terramar con
5 votos (el 4% del total), quizás incluso demasiado para unos diseños correctos pero no espectaculares que es lo que se esperaba para un film de 2006 que utilizaba todas las técnicas y recursos disponibles.
Poco ambicioso.
Por detrás en
octava posición y empatados con
4 votos (3% del total cada uno), dos films clásicos:
Nausicaä del Valle del Viento y
Mi vecino Totoro. Parece que el voto castiga la antigüedad aunque en mi opinión,
Nausicaä casi sale ganando en la encuesta. Es obvio que la originalidad de los parajes en los que se desarrolla la acción es importante, pero a nivel técnico no considero de lo más destacado el diseño de los escenarios de esta película de 1984 que eran los inicios del proyecto de Ghibli y
son evidentes ciertas carencias, lo que no quita que sea un trabajo magnífico en muchos sentidos.
Mi vecino Totoro sin embargo, aún sin destacar excepcionalmente, tiene un entorno muy reconocible y aunque puede que no sea comparable a trabajos (en cuanto a escenarios se refiere) más recientes tienen su punto en el bosque, la gruta por la que cae Mei
o esas vistas aéreas del final que siguen impresionando más de 20 años después.
En
décimo lugar, otro empate entre clásicos:
El castillo en el cielo y
Porco Rosso con
3 votos cada uno
(2% del total respectivamente). Para mi, ligeramente injusto en el caso de
El castillo en el cielo, que despliega unos escenarios impresionantes, imaginativos y muy variados para una película de 1986 y lógico para
Porco Rosso, donde dentro del correctísimo trabajo destaca más en otros aspectos como la animación, pese al empeño puesto en recrear los aviones algo que al espectador medio tampoco le llega demasiado al no entender de la materia aeronáutica.
En
duodécimo lugar Recuerdos del ayer con
2 votos (1% del total), película que bien podría estar más arriba si tenemos en cuenta sus bonitos paisajes, prestando especial atención a todo lo referente al pueblo donde pasa unos días Taeko.
La
decimotercera posición ya marca un empate por lo más bajo de la clasificación, solo superando a las películas que se quedaron sin votos. En este caso
con 1 solo voto (que no llega a representar ni el 1% del total para cada una) aparecen dos películas más de Isao Takahata:
La tumba de las luciérnagas y
Pompoko.
De
La tumba de las luciérnagas lo puedo llegar a entender,
pues sus escenarios son un tanto deslucidos (probablemente porque tienen coherencia con el dramatismo de la película) pero yo creo que
Pompoko tiene un trabajo muy importante en este aspecto
a la altura de varias de las películas de Miyazaki. Supongo que influye de manera decisiva el hecho de que el cine de Takahata sea ligeramente más minoritario y que sean películas menos populares por aquí.
Y en el farolillo rojo, tres películas a las cuales por diversos motivos todo el mundo ha ignorado:
Ningún voto para
Mis vecinos los Yamada, Haru en el Reino de los Gatos y
Puedo escuchar el mar.
Probablemente las tres películas menos populares del estudio que arrastran ese hándicap en la encuesta. Aunque tampoco paso por alto que
hay razones para valorar menos el diseño de escenarios de estos films, en mayor o menor medida.
Justificado para
Mis vecinos los Yamada, que desde luego difiere mucho de la belleza visual porque se centra en contar las cosas de otra manera y en el aspecto cómico de la propuesta. De hecho,
su estilo cómic no ayuda a apreciar un diseño apropiado pero no comparable al resto de films de Ghibli.
Haru y
Puedo escuchar el mar no tienen malos diseños, pero si resultan menores.
Puedo escuchar el mar lo disimula mejor porque refleja escenarios de ciudad, realistas.
Haru en el Reino de los Gatos es una fantasía que no despliega nada destacable pese a tener oportunidades para ello. Obviamente eran películas menores de presupuestos más ajustados y eso influye directamente en la calidad y variedad de lo que mostraban, aparte de no contar con la experiencia y genialidad de Isao Takahata ni Hayao Miyazaki.
Y así llegamos a una nueva etapa de las encuestas en las que últimamente os vengo ofreciendo la posibilidad de que
pongáis nota a las diferentes películas del Studio Ghibli. Hasta el momento ya habéis dado vuestro veredicto para
Ponyo en el acantilado (7,6 de nota media) y
Nausicaä del Valle del Viento (8,2).
Actualmente está en marcha la encuesta para evaluar la controvertida Cuentos de Terramar (2006) de Gôro Miyazaki, en la columna derecha del blog.
¡Muchas gracias por participar!
.