martes, 14 de enero de 2014

Las posibilidades de 'Se levanta el viento (Kaze Tachinu)' para los Oscar

La última película de Hayao Miyazaki competirá por la nominación


Este jueves 16 de enero Se levanta el viento -Kaze Tachinu- (Hayao Miyazaki, 2013) competirá por la nominación al Oscar de la Academia de Hollywood como Mejor Película de Animación. Analizamos sus posibilidades y sus rivales en unos premios que podrían abrirle las puertas a su distribución internacional, después de un recorrido más que exitoso por los diferentes reconocimientos que se otorgan estos días por diferentes asociaciones de críticos de Estados Unidos.




El pasado 6 de noviembre se dieron a conocer las 19 películas pre-seleccionadas en la categoría. Es importante que el número haya sido 19, pues con menos de 16 el apartado de nominadas finales se hubiera reducido a 3, con más de 16 este número se eleva a 5, es decir, muchas más posibilidades para que el trabajo de Hayao Miyazaki entre en la pugna por la estatuilla.





Muchos son los que desprecian este premio por su, a veces, cuestionable valor artístico, pero más allá de eso debemos tener en cuenta su valor comercial. Y, seamos un poco egoístas, solo el hecho de que Kaze Tachinu aparezca en la gala de los Oscar como nominada ya vale su peso en oro, puesto que es un aval inigualable para que se estrene en los cines de todo el mundo. Un estreno, que de otra manera (sin la coletilla de "la nominada al Oscar" o, en el mejor de los casos, "la ganadora del Oscar") puede que no se produjera, o que se retrasara en el tiempo.




La última película de Miyazaki no solo competirá contra el sistema de Hollywood, que siempre inclina la balanza hacia producciones estadounidenses, sino que tendrá que hacer frente a estas otras 18 películas:

  • 6. The Fake (Saibi). 2013. Corea del Sur. Dir: Yeon Sang-ho. Studio Dadashow/Finecut Co. Ltd.


  • 9. Khumba (Khumba). 2013. Sudáfrica. Dir: Anthony Silverstone. Triggerfish Animation Studios/Millennium.


  • 13. O Apóstolo (O Apóstolo). 2012. España. Dir: Fernando Cortizo. Artefacto Pro./Audiovisual Aval SGR/EFG-Renascence/Igape.
  • 18. Turbo (Turbo). 2013. EE.UU. Dir: David Soren. DreamWorks/Fox.

De las 19 preseleccionadas: diez son estadounidenses, tres japonesas, una franco-belga, una canadiense, una surcoreana, una brasileña, una sudafricana y una española.


The Fake, de Corea del Sur


Como siempre, las estadounidenses son las que dominan. Hay que tener en cuenta que son unos premios de Estados Unidos, con lo cual es normal que la mayoría sea de allí. Lo que sorprende es la escasa preselección de cine europeo (sólo dos) cuando lo habitual es que haya entre tres y cinco preseleccionadas. Sudáfrica repite con una producción mientras que la India este año no lleva ninguna. Bien recibida es la elección de una película surcoreana, el año pasado no hubo reconocimiento. El cine de animación de Corea del Sur hay que tenerlo en cuenta, sobre todo para ediciones posteriores.


La española O Apóstolo


Sorprende, para bien, la preselección de la española O Apóstolo. La primera producción stop-motion europea (no británica). Las probabilidades son nimias, no tiene una gran distribuidora en Estados Unidos y el nuevo sistema de votación favorece a las grandes compañías (no hace falta residir en Los Ángeles y ya no hay que ver el 75% de las preseleccionadas, sino el 60%). Fue un gran error por parte de GKids llevar Chico y Rita y Arrugas el mismo año ya que ambas son joyas de la animación y esta última hubiera tenido más opciones el año siguiente.


Una carta para Momo


Japón, quitando a Ghibli, tiene a la tercera película de Magica Madoka y Una carta para Momo. Ambas tienen pocas opciones. Magica Madoka porque Warner no está muy interesada en llevarla al Oscar, aunque podría dar sorpresa. Momo, aunque podría ser fuerte, GKids tiene malos antecedentes en lo que se refiere al anime (sus fracasos con Summer Wars y más recientemente con La colina de las amapolas en los premios son un ejemplo). Además, GKids este año apostará por su punto fuerte que es la animación europea y se preocupará por Ernest & Célestine ya que desde 2011 no hay una película independiente entre las candidatas. Una pena porque Momo, con una distribuidora fuerte, podría haber sido la excelente partenaire de Kaze Tachinu y este año podría haber sido un año dedicado al anime en las nominaciones (como lo fue el año pasado con el stop-motion).




¿Posibilidades reales? Para la nominación, muchas. El año ha sido flojo, ni Pixar ni Disney (aunque ambas estén integradas, pero digamos que su potencial va por separado) han presentado películas que hayan gustado a la crítica especialmente, y eso ya es el 90% para allanar el camino al resto. Pero no nos dejemos deslumbrar por este dato: No sería la primera vez que se le da el premio a una película sin merecerlo demasiado.





Pero aquí entra el otro gran dato a favor de Kaze Tachinu: Disney se dio prisa en buscar la distribución de la película en Estados Unidos. Desde el primer momento han tenido interés en que compita por el Oscar (no es un dato menor, a Arrietty en su día la dejaron fuera expresamente pese a tener serias opciones de nominación, porque querían competir con sus propias producciones). Disney sabe que este año sus películas no han sido muy valoradas, y han decidido poner su punto de mira en otra parte: Japón, y Asia en su conjunto, es un mercado muy jugoso que a Disney siempre se le ha resistido. Su participación indirecta en Studio Ghibli como distribuidor en Japón sigue siendo su piedra de toque. No en vano, el actual presidente de Studio Ghibli, Koji Hoshino, procede directamente de Disney Japón.

¿Qué quiere decir esto? Que si bien a Disney puede que no le interese actualmente meter mano artísticamente al producto de Studio Ghibli, sí le interesa llevarse su parte del pastel económico que mueve el estudio de Hayao Miyazaki e Isao Takahata en una parte del mundo donde a Disney le gustaría tener más presencia.




Esto no viene de ahora, como bien sabréis muchos ya, esta jugada comenzó hace unos cuantos años con La Princesa Mononoke y tuvo su explosión con El viaje de Chihiro, donde el poder de Disney en Hollywood influyó mucho para que ganara el Oscar en 2002 y esto supusiera un punto de inflexión a nivel internacional para el estudio japonés. Triste, pero es así.

Con El castillo ambulante, que también terminó nominada al Oscar (aunque no lo ganó) prácticamente se cerraba una época de idilio entre Disney y Ghibli. Esto no quiere decir que se rompiera la relación, ni mucho menos, pero sí hizo que Disney retrocediera un poco. O, mejor dicho, lo dejara un poco aparcado.





Con el regreso de Hayao Miyazaki a la dirección en 2008 gracias a Ponyo, una película nada "conflictiva" moralmente para las mentes pensantes de Disney, y muy específicamente infantil, sí se hizo una gran distribución en Estados Unidos, aunque los resultados no fueron espectaculares y tampoco se lanzaron a competir por el Oscar. Por supuesto, el resto de producciones de Ghibli no dirigidas por Hayao Miyazaki apenas merecieron atención más allá de Arrietty. Su hijo Goro, con sus dos películas (Cuentos de Terramar y La colina de las amapolas) fue dado de lado, y la distribución para el mercado doméstico también ha dejado bastante que desear con las películas de Isao Takahata y otros proyectos (veremos qué pasa con Kaguya-hime no Monogatari, que se estrenó en Japón el pasado 23 de noviembre, pero no parece que haya muchas perspectivas, más teniendo en cuenta que no ha tenido éxito en su propio país).




Los Oscar son, básicamente, un mercado de intereses. No quiero decir que directamente sean unos premios manipulados, pero sí que la potencia de las productoras y distribuidoras determina mucho quién va a ser premiado. ¿Por qué? Porque si una productora potente se empeña, hará llegar su película lejos, haciendo que los votantes de la Academia la vean e insistiendo con diversas acciones (actos sociales, incluso regalos) para que la tengan muy presente a la hora de votar.

Estas historias de Hollywood no son ningún secreto. Aquí interviene otro factor del por qué Se levanta el viento (Kaze Tachinu) es una apuesta de Disney para los Oscar: Tienen miedo (creo que justificado) de que sus películas de este año no gusten a los miembros de la Academia de Hollywood, por tanto es un Oscar que se les puede ir de las manos y terminar en la competencia, y eso es prestigio y dinero. Kaze Tachinu es una apuesta por la calidad, quizás el único baluarte que puede esgrimir Disney este año para los premios. Sin ser una apuesta segura, al menos les da una buena opción.




Kaze Tachinu, a diferencia de otros años con películas Ghibli, tiene muchas opciones de ser nominada e incluso de llevarse la estatuilla.


¿Puntos a favor?

  • Nominada y premiada por las asociaciones de críticos más reputadas, y alabada en festivales muy importantes como Venecia, San Sebastián y Toronto.
  • Se trata de una película de Miyazaki y éstas suelen tener el beneplácito de la crítica.
  • Studio Ghibli ya tiene antecedentes de nominaciones. Tiene dos nominaciones en esta categoría y una victoria. Aparte, también tiene dos preseleccionadas que no llegaron a la nominación.
  • Disney está detrás como distribuidora y es un peso fuerte dentro de la academia. No siempre consigue que sus películas obtengan nominaciones (sólo pasó en 2011 cuando tenían un clásico muy bien valorado por los críticos como fue Winnie the Pooh y fue olvidado como castigo por el fracaso de Pixar con Cars 2) pero cuando un producto es de alta calidad, Disney consigue que eso se le reconozca. GKids es una productora independiente pero que en difusión apenas llega al público en Norteamérica (La colina de las amapolas ha sido su mejor estreno desde que se fundó y fue por la marca Ghibli); Disney debería mantener a Ghibli en sus filas ya que lo que le falta ahora a la marca del ratón es justamente ese cine de animación tradicional, de calidad y alabado por los expertos (aunque sea deficitario en cuestiones de taquilla). El cambio a Touchstone puede beneficiar a ambas partes (Kaguya podría seguir los pasos de Kaze Tachinu si ésta tiene éxito).
  • Ghibli y la animación tradicional estuvieron ninguneados en la edición anterior de los premios a favor de nominaciones de filmes en stop-motion (tres de las cinco nominadas eran hechas de esta forma). La academia podría tener esto en cuenta.
  • Se trata de la despedida del maestro Miyazaki y, quizás, la Academia quiera reconocérselo con el premio.




¿Puntos en contra?

  • La temática de la película es polémica, incluso para el público occidental (hay ciertos sectores que consideran que el filme "justifica" las acciones de Jiro Horikoshi durante la Segunda Guerra Mundial.
  • No ha tenido tan buen recibimiento por parte de los expertos de cine como sus producciones anteriores. A fecha del 14 de enero, la película cuenta con un 81% de apoyo en la prestigiosa página web Rotten Tomatoes siendo la puntuación más baja de una producción de Miyazaki (La colina de las amapolas la supera con un 83% que era la más baja anteriormente) y un 84% en Metacritic aunque aquí sí está entre las más altas.
  • Se trata de una película difícil para el público debido a que (al menos en Occidente, sobre todo en Norteamérica) no recibe muy bien las películas más costumbristas y alejadas del mundo de la fantasía de Ghibli (no se puede obviar que el cine de Takahata apenas tiene recepción y que La colina de las amapolas fue olvidada por las grandes compañías norteamericanas como en algunos mercados europeos).
  • Es un biopic y en esta sección de los Oscar este tipo de filmes han sido desafortunados (Persépolis o El ilusionista son ejemplos).
  • Paradójicamente, Disney puede ser la misma que le dé nominación como la que puede hacer que pierda. Más que los monstruos de Pixar, la rival más fuerte es Frozen. No hay que olvidar que el año pasado fue muy cuestionada la victoria de Brave frente a ¡Rompe, Ralph! o Frankeweenie (todas de Disney). Frozen busca ser el primer clásico Disney con esta estatuilla y Ghibli, al fin y al cabo, ya tiene un Oscar.




La nominación es casi un hecho. Varias páginas de expertos en los Premios Oscar la meten en sus quinielas y hay unanimidad en la candidatura. El que gane ya es otro cantar. De todas formas, la nominación supondrá que se llegará a toda Europa (no cuenta Francia) con mayor rapidez que su antecesora más cercana (La colina de las amapolas se estrenó en Alemania a finales de 2013 y, quitando Francia, ha tardado dos años en llegar a Europa. Además, en España se puede dar el caso de que se estrene antes Kaze Tachinu con respectivo pase en cines mientras que La colina de las amapolas llegue directamente a Blu-ray/DVD y eso, con suerte).



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Generación GHIBLI sigue en:

  


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5 comentarios:

  1. Me encantaría que ganara Se levanta el viento pero creo que tiene más posibilidades Frozen, que por cierto la ví ayer y después de unos cuantos años me ha vuelto a gustar una peli Disney, ya que recupera muchas cosas buenas de los clásicos que ultimamente se habían dejado por el camino.

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  2. @franalfredo:

    Yo creo que 'Se levanta el viento' puede plantarle cara, aunque igual digo que 'Frozen' tiene más opciones. En todo caso, solo el salir nominada será todo un escaparate para la película de Miyazaki, y parece casi seguro que lo logrará. Mañana lo sabremos :-)

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  3. A mi parecer seria raro que no nominen un film de Miyazaki teniendo en cuenta su prestigio. Otro asunto es que obtenga el oscar, eso por desgracia depende más de la pericia de distribuidoras o productoras para convencer a los académicos ; supongo que jugarán con la baza de reconocer al director por su trayectoria y no solo por la obra nominada. Entre todas las candidatas su verdadera competidora es Frozen.

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  4. Como aficionado me gustaría que Kaze Tachinu fuera una de las nominadas, por todo lo que ello supondría tanto para el estudio como para la película: reconocimiento, mejor difusión, más beneficios... Por otra parte, en unos premios como estos donde influyen muchísimos factores además de la calidad de la película, no las tengo todas conmigo.

    El Viaje de Chihiro ganó el Oscar porque es una fantástica –en mi opinión– película, llena de fantasía, para un público juvenil y muy distinta a lo que se suele hacer en la animación americana. Por su parte, Kaze Tachinu no tiene esos ingredientes: es un biopic, sin tanta fantasía y con un tema de fondo –la guerra– que puede levantar ampollas. Eso, en unos premios de estas características, puede ser un handicap demasiado difícil de superar.
    Personalmente, creo que salir nominada sería para Studio Ghibli el equivalente a haber ganado, aunque me encantaría equivocarme y que se llevara la estatuilla.

    Con respecto a la difusión de los trabajos del Studio Ghibli no dirigidos por Hayao Miyazaki, creo que en Disney se fijan básicamente en el dinero. Hayao Miyazaki a parte, el resto de títulos del estudio no han sido muy bien tratados por parte de Disney porque no han logrado unos resultados de taquilla (en Japón) lo suficientemente llamativos como para que ellos consideren rentable poner en marcha la maquinaria de la promoción. La excepción –Karigurashi no Arrietty– fue la película más vista del año en Japón logrando más de 110 millones de dólares. El resto, han sido ignoradas o cedidas a otras empresas –como GKids– que han hecho lo que han podido con ellas. Teniendo esto en cuenta, salvo que en la reciente visita de Isao Takahata a Pixar haya conseguido convencer a John Lasseter, lo más lógico sería que esta película acabara en una distribuidora como GKids.

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  5. Sería FANTÁSTICO que Kaze Tachinu ganara. La historia, el guion, la animación son buenas. Personalmente me gusta más que Frozen, mucho mucho más. La peícula es de calidad y tiene una historia interesante y hermosa.

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