Hay veces en las que nos encontramos con oportunidades inesperadas que nos enriquecen mucho en muy poco tiempo. En esos momentos, casi por casualidad, podemos darnos cuenta de que hay días que son especiales sin venir a cuento y que, si nos paramos a pensarlo por un instante, nos satisface poder vivirlos. Todo esto, y aunque pueda parecer extremadamente filosófico, no es más que la historia del día en el que en Generación GHIBLI decidimos que me embarcaría en una pequeña aventura para hacer un reportaje que me supuso una experiencia enriquecedora y memorable.
Desde sus inicios, este blog siempre ha recibido con los brazos abiertos todas aquellas iniciativas que contribuyan a difundir su obra… ¡y con más razón si eso incluye cualquier muestra de arte! ^^ Quizá no nos sea muy difícil recordar que en varias ocasiones dichos ejemplos de talento incluso han recibido su hueco aquí por su esfuerzo y creatividad, algo que siempre nos ha gustado valorar y a lo que os seguiremos invitando mediante la dirección generacionghibli@gmail.com. Pero en esta ocasión sobre la que hoy escribo... además tuvimos un componente especial, pues entraron en juego un par de circunstancias que nos facilitaron el que conociéramos más de cerca el proceso de creación de unas piezas artesanales dignas de admiración cuyas fotos recibimos un día por correo electrónico.
Esta graciosa figura de Ponyo, aún sin terminar,
es de las últimas en las que han estado trabajando
La circunstancia clave no es algo que tenga un gran misterio: los autores de dichas piezas tenían su taller cerca de mi ciudad, por lo que la curiosidad por poderlas ver más de cerca y conocer el proceso de elaboración que describían como "largo y minucioso” creció por momentos. Era una inesperada oportunidad que prometía ser interesante, así que decidimos que intentaría formar parte de ella. Y el resto… podéis imaginar lo sencillo que resultó ^^
Delia y May son los miembros del taller artesanal Zinzentido y cuentan con una experiencia de más de 12 años en este trabajo, además de con el cariño, la dedicación y la eficiencia que se puede volcar en cualquier labor que se haga desde una filosofía de trabajo tan apasionada como la suya. Han tenido un pequeño taller para elaborar su trabajo, han participado en exposiciones y actualmente aceptan distintos encargos a medida con un diseño y elaboración exclusivos. Su ilusión por darnos a conocer sus obras venía motivada por el cariño que le tienen a Studio Ghibli y, según me contaron, por sentir el vínculo de respeto y afecto que comparten con Generación GHIBLI hacia sus obras. Grandes aficionados, no dejaban de comentar con una sonrisa (y mientras me mostraban su colección de Blu-ray y DVD del estudio) que veían sus películas con bastante frecuencia admirando la profundidad de sus historias y a menudo reparando en ellas como fuente de inspiración por la calidad artística de sus diseños.
Entre sus favoritas incluían Porco Rosso, El Castillo Ambulante (en la que se han inspirado mucho para sus obras) y, especialmente, El Castillo en el Cielo. Sin embargo, también añadieron que la reciente Kokuriko-zaka kara (Desde la colina de las amapolas) de Gorō Miyazaki les había sorprendido mucho (¡y para bien!). Ciertamente, como ellos mismos me hicieron ver, prácticamente cada plano de las películas de Studio Ghibli encierra una riqueza de matices digna de recreación artística, y muchas veces, más allá de lo que podemos observar a simple vista. A veces, un pequeño detalle en el diseño de los fondos, como el estampado de la alfombra de la hechicera Suliman en El Castillo Ambulante, puede llamar la atención por su belleza oculta. Otras, como en el caso de los coloridos opening de El Castillo en el Cielo o Ponyo en el acantilado, lo más recóndito puede formar parte de unas piezas de decoración envidiables.
Pero si la apreciación de los detalles era un primer paso para captar la esencia artística de Studio Ghibli, no es, ni mucho menos, lo más difícil. La filosofía que encierra su labor va mucho más allá de esta visión, ya que es una tarea volcada en la vocación, la minuciosidad y el cuidado del trabajo bien hecho. En la creación de sus piezas, que en función de su tamaño puede durar desde semanas hasta meses enteros, emplean cada segundo de esfuerzo y atención, siempre motivados por una clave emocional, dedicación y una sensibilidad que sólo pueden verse acompañadas del amor a su trabajo.
Delia pinta cuidadosamente a mano todos los detalles de las piezas, como con este simpático kodama de La Princesa Mononoke
¿Y cuál es este procedimiento de creación? Sus fuentes de inspiración discurren desde la naturaleza, la simbología budista, el anime y Studio Ghibli, pero no basta con que se encienda esa chispa de creatividad, pues aún queda por delante mucho que hacer. Cuando Delia y May se fijan en los fotogramas que les resultan inspiradores, deben dibujarlos a mano o calcarlos para tener una idea de las proporciones, ampliarlos con imprentas especiales según el tamaño de la pieza decorativa en cuestión y recortar la figura que será transformada en la pieza de DM.
El DM es un aglomerado que se elabora a partir de fibras recicladas de cartón, serrín o madera para respetar el medio ambiente. El resultado es el de tablones estables de textura fina y color marrón medio que admiten ser pintados y tallados. Una vez que la figura que se quiere crear está dibujada y esquematizada en este material, comienza la delicada labor de cortarla a mano con una sierra caladora. May, con sus muchos años de experiencia en esta labor, es el encargado de llevarla a cabo, algo que hace con mucho cuidado y dominio. A continuación, cuando la silueta de la figura ya está cortada, comienza su paciente acto de lijarla a mano con pequeñas tiras de papel de lija muy poco a poco.
Kiki y Jiji de Nicky, la aprendiz de bruja son uno de sus últimos proyectos, aún en la fase de lijado
Quizá a primera vista pueda parecer que es algo en lo que no se emplee mucho tiempo, pero… ¡nada más lejos de eso! Tenemos que tener en cuenta que hay figuras que cuentan con unas dimensiones que superan el metro de ancho y que la tarea de lijado y tratamiento de cualquiera de ellas se hace de manera continua y constante para lograr conservar las proporciones y conseguir un acabado suave y pulido. Esto es algo que May repite durante horas (que se dilatan y se transforman en días) con una serenidad y constancia envidiables, casi como si se tratara de un místico ritual.
Piezas decorativas de los peluches que Howl guarda en su dormitorio en El Castillo Ambulante
La segunda parte del proceso cae en las precisas manos de Delia. Tras lavar la figura en un acabado blanco, ella es la maestra que da un acabado de colores y brillos a sus obras de artesanía con pinturas acrílicas ecológicas y pequeños pinceles. Al igual que en la labor de lijado, la de pintura debe hacerse con especial cuidado, atendiendo al pulso, las mezclas de colores, a los trazos y a todo factor externo que pueda contaminar la pieza. La paciencia y el perfeccionismo son dos virtudes artísticas que permiten que Delia pueda dotar a las obras de DM de un acabado y una textura homogénea que casi parece irreal. Cuando las piezas ya están terminadas y han sido cuidadosamente retocadas hasta el más mínimo detalle con accesorios que faciliten su uso decorativo, las creaciones de Studio Ghibli cobran vida de un modo único y especial, pues ninguna será igual al resto.
En Susurros del corazón, Shizuku dijo a través de Barón que “por las venas de los artesanos trabajando en sus talleres corría sangre de magos” y esa fue la cita que me acompañó constantemente el día que conocí la obra de Delia y May. Al fin y al cabo, mi descubrimiento con ellos no fue muy diferente al de la mágica tienda de antigüedades del abuelo de Seiji, y tampoco se alejó de la sensación privilegiada de descubrir un valioso tesoro oculto del que aprendí muchísimo sobre la superación, el valor del esfuerzo y la importancia de la vocación a diario.
En Zinzentido también trabajan con otros materiales... ¡y diseñan peluches tan divertidos como este Totoro!
En un mundo en el que la producción masiva y el consumismo parecen provocarnos una extraña ansiedad de renovación y continua compra, apenas sabemos valorar la obra artística en su esencia más pura. Puede que no sea fácil desviar nuestra mirada para apreciar la belleza de los detalles únicos, pero de algún modo, el arte sigue y seguirá cultivándose a nuestro alrededor a pesar de cualquier condicionante. Hay personas con sangre de magos que cuidan su afecto por el ideal de creación que les llena el alma y que a menudo siguen superándose y avanzando con determinación y motivación por muchas trabas que encuentren en el camino, porque el amor por el espíritu creativo es más fuerte que cualquiera de ellas. En mi curiosa aventura para conocer estas obras de Zinzentido viví una experiencia muy agradable y recordé lo mucho que me gusta rodearme de personas que saben cultivar la magia de la labor artística con sencillez y cariño. Una magia que, al fin y al cabo, no esconde más secreto que esfuerzo, inquietud, superación y amor.
Colgante de luna inspirado en los créditos iniciales de Ponyo en el acantilado
ZinZentido es un taller artístico situado en Málaga que realiza trabajos por encargo y a medida. Réplicas, espejos, colgantes, carteles, etc. y tal y como explican, "todo lo que tu imaginación quiera plasmar". En su página web está toda la información.
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